Para Payal, correr nunca fue parte del plan. Pero una carrera de seis kilómetros cambió su visión del deporte y la impulsó a competir en la prueba de distancia Ironman 70,3.
Hola, soy Payal Kapoor. El 16 de febrero de 2020 terminé mi primera prueba de distancia Ironman 70.3. Para los no iniciados, esto implica 1,9 km de natación, 90 km de ciclismo y 21,1 km de carrera. Este total de 113 kilómetros debe recorrerse de una vez y con cortes parciales en nueve horas. Lo terminé todo en 7 horas y 50 minutos, con una clasificación general de 13. entre 48 participantes (46 de ellos eran hombres).
Para algunos, esto puede parecer poco impresionante: después de todo, el hombre que terminó primero lo hizo todo en seis horas. Si fuera 2015, a mí tampoco me habría impresionado. Porque entonces pesaba 85 kilos y nunca en mi vida había corrido más de diez metros. Ni siquiera de niño, ni siquiera en la escuela.
Pasé la mayoría de los períodos de educación física buscando excusas para pasar el tiempo a la sombra. Hasta 2015, no tenía idea de lo que se necesitaba para ser un Ironman y mucho menos convertirme en uno.
Pero luego me enamoré de correr
Corrí la Media Maratón Airtel Delhi en 2015, donde junto con mi marido terminé la Dream Run de 6 kilómetros, resoplando y resoplando. He recorrido un largo camino desde ellos hasta ahora.
A estas alturas he terminado innumerables medias maratones, un par de maratones completas y muchos triatlones< /span>–ganando algunos premios a lo largo del camino. Sin embargo, la dulce sensación de logro que sentí al terminar los primeros 6 kilómetros es inmejorable. Esta fue la primera vez que desafié a mi cuerpo y a mi mente a hacer algo que nunca hubiera soñado hacer: correr.
Cinco años después, la pérdida de peso es sólo una de las muchas cosas buenas que han sucedido. Seguro que he podido perder 25 kilos y evitar que vuelvan a aparecer, pero ese no es el enfoque ahora. Estos cinco años corriendo y participando poco a poco en triatlones de distancias menores hasta Ironman 70.3 han sido gratificantes.
En todos estos años, nunca he abandonado una sola carrera. Muchas veces mi cuerpo ha intentado rebelarse, pero luego mi mente se hizo cargo.
Las 7 horas y 50 minutos que me llevó completar Ironman 70.3 no habrían sido posibles sin mi programa de entrenamiento de regimiento, que implica despertarme diariamente a las 4 a. m. No recuerdo la última vez que dormí hasta tarde un domingo, y me encanta.
Honestamente, ya ni siquiera reviso mi peso; la última vez que me subí a una báscula fue hace un año. Pero sé que estoy bien porque mi mente está ocupada, feliz y tranquila. Desde ser una persona que no podía correr 10 metros hasta completar 113 kilómetros, he recorrido un largo camino y he ganado mucho. Un cuerpo en forma es sólo uno de ellos.