Lubricación vaginal y relaciones sexuales: he aquí por qué es importante

Cuando se trata de sexo, la lubricación vaginal garantiza que la experiencia no sólo sea placentera sino también segura para ti. Esto es lo que necesitas saber al respecto

El aspecto más importante del sexo mutuamente placentero para las mujeres tiene que ser la lubricación vaginal. Después de todo, esto es lo que prepara la vagina para la penetración, facilitando la entrada del pene. También ayuda a reducir cualquier fricción o irritación que pueda hacer que la experiencia sea incómoda.

Cuando una mujer no está lo suficientemente lubricada, ya sea de forma natural o debido a un lubricante sintético, puede causar dolor durante las relaciones sexuales y también daños en el revestimiento vaginal.

Las glándulas de la pared vaginal y del cuello uterino crean la lubricación necesaria para proteger el área genital de lesiones. Una capa de humedad se recubre en las paredes de la vagina, lo que ofrece un ambiente alcalino para que los espermatozoides sobrevivan y, en realidad, es extremadamente importante cuando se trata de quedar embarazada. La humedad ayuda a proteger el área genital contra el desgarro y mantiene la vagina limpia y húmeda.

¿Cuándo se ve afectada la producción natural de lubricante?
Como resultado de cambios hormonales, menopausia, envejecimiento o medicamentos, su cuerpo puede producir menos lubricante. Dependiendo de tu ciclo y tus niveles hormonales, la cantidad de líquido cervical puede variar y existe la posibilidad de que se produzca menos lubricante.

Algunos medicamentos, incluidos algunos antihistamínicos de venta libre que se usan para suprimir los síntomas de las alergias y acontecimientos de la vida como la menopausia, el embarazo, la lactancia, el envejecimiento o la diabetes, inhibirán la lubricación. Los medicamentos con anticolinérgicos pueden provocar que la mucosa o los tejidos “húmedos” de la vagina se sequen. El uso de anticonceptivos orales también puede provocar un aumento o disminución de la lubricación vaginal.

Como resultado de cambios hormonales, envejecimiento, menopausia o medicamentos, las paredes vaginales de su cuerpo pueden adelgazarse. Si las paredes se vuelven delgadas, significa que menos células secretarán humedad, lo que provoca sequedad vaginal.

¿Por qué la sequedad vaginal es una preocupación grave?
La sequedad vaginal puede provocar molestias en la zona pélvica y vaginal. La sequedad vaginal también puede provocar lo siguiente:

Dolor durante las relaciones sexuales

• Sensación de ardor o picazón

• Dolor

• Pérdida de interés en las relaciones sexuales

• Sangrado ligero después del coito

• Infecciones del tracto urinario

• Pérdida de interés en el sexo

¿Y qué causa la sequedad vaginal?
La caída del nivel de estrógeno es la principal causa de sequedad vaginal. A medida que las mujeres envejecen, producen menos estrógenos y esto provoca el fin de la menstruación. En resumen, la menopausia es la etapa de la vida de la mujer en la que su cuerpo deja de producir estrógeno. Cuando una mujer produce estrógeno a un nivel normal, su vagina tiene una capa natural de humedad que la mantiene suave, lubricada y elástica. Una disminución en el nivel de estrógeno o una menor producción hace que la vagina se adelgace y pierda su recubrimiento, lo que provoca picazón, sequedad e irritación.

Sin embargo, la menopausia no es la única condición que provoca una disminución en la producción de estrógeno. Hay otros factores que contribuyen, como:
• Estrés

• Lactancia materna

• Fumar

• Depresión

• Parto

• Ejercicio riguroso

¿Qué debe hacer para garantizar una lubricación vaginal adecuada?
La mayoría de las mujeres con sequedad vaginal crónica consideran opciones de tratamiento que incluyen lubricantes, reemplazo de estrógenos, cambios en el estilo de vida y la dieta, o una combinación de todos estos.

Algunos cambios en la dieta y el estilo de vida también pueden ayudar:

  • Si consumes muchas bebidas con cafeína y alcohol y tu ingesta de agua a lo largo del día no es la adecuada, puede afectar tus fluidos vaginales.
  • La falta de grasas saludables en su dieta habitual también puede ser un factor que afecte los fluidos vaginales. Una dieta rica en ácidos grasos puede ayudar a producir lubricación vaginal adicional. Las semillas de girasol, la calabaza cruda, las semillas de sésamo y el pescado son buenas fuentes de ácidos grasos. Los suplementos de vitamina A y B también tienen altos niveles de ácidos grasos omega 3.
      • Los estudios revelan que los alimentos ricos en vitamina E, soja y linaza pueden ayudar a restaurar el estrógeno en el cuerpo, lo que conducirá a un aumento de la humedad vaginal.
    • El estrés excesivo, el uso de jabones perfumados o productos de higiene también pueden afectar la gravedad de la sequedad vaginal. Por lo tanto, evita todo esto tanto como puedas.

    Puedes probar lubricantes naturales para reducir la sequedad vaginal y tener relaciones sexuales sin dolor
    Algunos lubricantes naturales resultan útiles para lubricar y calmar la zona genital. Algunos ejemplos son el aloe vera, el aceite de coco, el aceite de jojoba y los supositorios de vitamina E.

    La Sociedad Estadounidense de Medicina Reproductiva ha recomendado el aceite mineral y el aceite de canola como tipos de lubricantes personales que ayudan a preservar la fertilidad.

  • Los lubricantes a base de aceite, sin embargo, tienden a debilitar el látex, lo que disminuye la eficacia de los condones, lo que afecta negativamente su uso como anticonceptivo o para protección contra enfermedades de transmisión sexual. Por lo tanto, los lubricantes a base de agua/silicona son una mejor opción.

    Si una mujer experimenta sequedad vaginal, las relaciones sexuales pueden ser dolorosas. En este caso, antes de tener relaciones sexuales, la persona puede aplicar un lubricante en la abertura vaginal, el pene o ambos, para ampliar la lubricación producida naturalmente y prevenir o reducir el malestar o el dolor.

    Algunas otras cosas que puedes hacer para evitar la sequedad vaginal son mantenerte sexualmente activa, evitar productos perfumados (como polvos, jabones, desodorantes, colonias), mantenerte bien hidratada y hacer ejercicio con regularidad.