Si lo que buscas es una piel radiante, entonces esta sencilla mascarilla casera con gel de aloe vera y jugo de limón puede ser la solución.
Si puedes nombrar un ingrediente en el cuidado de la piel que sea más versátil que el gel de aloe vera, con gusto cambiaré mi nombre. Por más que lo intentes, nada más puede competir. El gel de aloe vera puede hidratar la piel, combatir el acné, mantener a raya las arrugas, nutrir el cabello, aliviar las erupciones, curar heridas, reparar el corazón roto y arreglar la vida.
Mi cita con el gel de aloe vera comenzó cuando era adolescente, cuando mi madre arrancaba hojas de aloe de nuestro jardín y aplicaba el gel fresco en mis granos supurantes. Cuando tenía veintitantos años, cambié los sueros caros por gel de aloe vera de marca para colocarlo debajo de mi crema hidratante.
Pero no es por eso que hoy elogio este maravilloso ingrediente. Cuando mi piel mixta comenzó a volverse apagada y seca, esta mascarilla facial de aloe vera vino a rescatarme. Y fue entonces cuando realmente me enamoré perdidamente de esta planta.
El aloe vera y el limón son la combinación perfecta para la piel apagadaA medida que mi acné desapareció cuando tenía veintitantos años, mi piel muy grasa se transformó rápidamente en una piel mixta. Exfoliantes que alguna vez dejaron mi piel brillante, ahora la secaron. Fue entonces cuando decidí probar esta mascarilla facial de dos ingredientes, que incluye gel puro de aloe vera y jugo de limón.
Dado que gel de aloe vera está cargado de aminoácidos, nutre la piel y estimula la producción de colágeno. Sin mencionar que su alto contenido de agua asegura que tu piel obtenga la hidratación que necesita. El jugo de limón, por otro lado, está repleto de vitamina C que ilumina la piel. También cuenta con ácido cítrico que elimina las células muertas de la piel y elimina así la piel apagada.
Así es como hice esta mascarillaSaqué el gel de una hoja de aloe y lo puse en una licuadora. A esto le agregué el jugo de un limón mediano y combiné los dos ingredientes en la batidora. Una vez hecho esto, transfirí el líquido (si estás usando gel fresco entonces será aguado) a un recipiente y lo puse en el refrigerador.
Si está utilizando una variedad envasada, dos cucharadas del producto deberían ser suficientes.
Así es como la apliquéCada noche, después de limpiarme la cara, apliqué una fina capa de la mascarilla en la cara y la dejé reposar durante 15 minutos. Luego, me lavé la cara suavemente con agua y me humedecí como de costumbre.
¿Los resultados?La primera mañana después de aplicar esta mascarilla, pude ver un brillo sutil en mi rostro, pero nada especial. Dicho esto, mi piel estaba más suave de lo habitual y mis poros dilatados no estaban llenos de puntos blancos por primera vez en mucho tiempo
La verdadera magia ocurrió una semana después. Fue entonces cuando el brillo se encendió. No solo mi piel era suave, mis poros también parecían más pequeños (le doy 100 de 100 al jugo de limón por esto) y estaba realmente radiante.
Al final del mes, mis ojeras comenzaron a desaparecer y pude ver cómo mi piel se había transformado.
Sin embargo, una advertenciaEl limón no es para todos. Si tu piel es seca y/o sensible, te sugiero que omitas el jugo de limón y pruebes con ingredientes más suaves. El ácido láctico del yogur y la leche puede darte el mismo efecto y, al mismo tiempo, nutrir la piel.
¡Eso es todo, amigos! Así fue como el aloe y el limón juntos me dieron una piel perfecta. Déjame saber en los comentarios a continuación cómo funcionó este truco de belleza para ti.