¿Le resulta difícil quedarse dormido? Bueno, aquí tienes algunas fórmulas respaldadas por la ciencia que te ayudarán a dormir esas ocho horas esta noche y todas las noches.
Levante la mano si recuerda la última vez que durmió ocho horas seguidas. Esto sin despertarte para orinar/beber agua/revisar tu teléfono/o tener una crisis existencial.
¿Nadie? Bueno, bienvenido al club.
Todos sabemos la importancia de dormir bien y todos hemos intentado conciliar el sueño en el momento en que nuestra cabeza toca la almohada. Sin embargo, es una de esas cosas que siempre es más fácil decirlo que hacerlo. La peor parte es que cuanto más intentas dormir, más no puedes.
Por eso hemos recurrido a lo mejor que conocemos: ¡la ciencia!
Aquí hay algunos cambios básicos aprobados por la ciencia que garantizan un mejor tiempo de repetición. Échale un vistazo y cuéntanos cuáles funcionaron mejor para ti.
Consigue la temperatura adecuada
El truco número uno es convertir tu habitación en el oasis perfecto para dormir. La temperatura de tu cuerpo disminuye para iniciar el sueño, por lo que si puedes enfriar tu habitación antes de acostarte, solo te ayudará a conciliar el sueño más rápido.
La temperatura ideal del dormitorio debe estar entre 16 y 21 grados centígrados.
Elige la almohada perfecta
Una almohada cómoda contribuye en gran medida a que te sientas cómodo, te duermas más rápido y permanezcas así por más tiempo.
Si duerme de lado, elija una almohada que apoye cómoda y firmemente su cabeza, cuello y oreja, así como su hombro. Básicamente necesitas algo para llenar la distancia entre la oreja y el hombro.
Para las personas que duermen boca arriba, elija una almohada que sea delgada, ya que limitará la tensión en el cuello. Quienes duermen boca abajo necesitan una almohada suave, o ninguna almohada.
Un estudio realizado por la Fundación Nacional del Sueño afirmó que aproximadamente siete de cada 10 personas se duermen mucho más rápido y duermen mejor cuando usan una buena almohada.
Crea el ambiente perfecto
La oscuridad es esencial para un buen horario de sueño. Cuando apagas las luces y mantienes el teléfono alejado, tus niveles de melatonina aumentan y eso envía una señal al cerebro de que es hora de descansar. .
Así que invierte en cortinas de colores sólidos para bloquear la luz no deseada del exterior y asegúrate de apagar todas las luces del interior de tu habitación. Si no puedes dormir en la oscuridad, intenta colocar la luz nocturna lo más lejos posible de tu cama para que no te moleste.
Otra cosa que debes hacer es ordenar tu dormitorio, o al menos tu mesita de noche. Los estudios sugieren que quienes duermen rodeados de desorden tienen más probabilidades de sufrir un trastorno del sueño. Cuando entras en una habitación, lo que ven tus ojos puede tener una gran influencia en si te resultará más fácil conciliar el sueño o no. Así que escuchen a su mamá y limpien su habitación, chicos.
Una última cosa: dormir sin ningún ruido también ayuda a tu horario de sueño.
Si recibe mucho ruido de la calle o si su compañero de cuarto es ruidoso, considere conectarse a podcasts sobre el sueño o simplemente sintonizar videos de ruido blanco en YouTube para desconectarse.
¡Ahí vas! Tres cambios súper básicos que pueden ser de gran ayuda para mejorar tu ciclo de sueño.