El vaginismo, una afección que provoca espasmos involuntarios de los músculos de la vagina, puede complicar la vida sexual de las mujeres.
Vaginismo… suena aterrador ¿verdad? Ni una infección vaginal ni una aflicción relacionada con el ciclo menstrual, el vaginismo es en realidad un espasmo involuntario de los músculos vaginales cuando algo entra en la vagina. No hace falta decir que puede hacer que las relaciones sexuales sean un asunto complicado para las mujeres con esta afección.
Puede ocurrir durante o justo antes de la relación sexual cuando el pene está a punto de penetrar la vagina. Pero las molestias del vaginismo también pueden extenderse a la inserción de productos de higiene menstrual como tampones y copas menstruales. Incluso puede ocurrir durante la revisión del ginecólogo.
La gravedad del vaginismo es variable. Y el estrés y la ansiedad suelen estar asociados a esta condición.
¿Cuáles son los síntomas del vaginismo?
Bueno, normalmente el primer síntoma del vaginismo es sexo doloroso o intento de penetración doloroso. Es posible que disfrutes de los juegos previos, seguidos de dolor y miedo repentinos en el momento de la penetración. La falta de deseo sexual y el miedo suelen estar asociados con esta afección.
Pero, ¿qué causa esta afección?
Si bien no existe una causa directa, en algunos casos el vaginismo puede estar relacionado con abuso sexual pasado o relaciones sexuales dolorosas.
Estos son los diferentes tipos de vaginismo
Primario: cuando nunca se ha producido penetración vaginal.
Secundario: cuando se ha logrado penetración vaginal en el pasado pero ahora no es posible. Esto puede suceder después de cirugías ginecológicas y traumatismos.
¿Cuál es el tratamiento para el vaginismo?
El vaginismo puede interferir con las relaciones y causar estrés, ansiedad, sentimiento de insuficiencia, baja autoestima y una vida familiar disfuncional. Si tienes vaginismo, debes buscar ayuda médica.
Un examen ginecológico es crucial para descartar otras afecciones con manifestaciones similares, como la enfermedad inflamatoria pélvica. Durante la cita con su ginecólogo, su médico tomará un historial sexual detallado y realizará un examen pélvico suave para descartar cualquier problema físico.
La terapia sexual y el asesoramiento son una parte integral del tratamiento del vaginismo. Comprender su anatomía y estar familiarizado con su cuerpo ayuda. Los ejercicios de Kegel son una excelente manera de identificar los músculos vaginales. Estos ejercicios consisten en contracción y relajación repetidas de los músculos del suelo pélvico, es decir, los músculos que controlan la vejiga urinaria, la vagina y el recto.
Una forma sencilla de identificar estos músculos es intentar detener el flujo de orina y observar los músculos implicados. Estos ejercicios se pueden realizar fácilmente en casa y le darán control sobre los músculos vaginales.
La terapia con los dedos puede ayudar con la afección
Intente insertar un dedo (después de lavarse las manos) en la vagina y haga los ejercicios de Kegel. Esto se puede aumentar lentamente hasta una inserción de dos dedos. Y poco a poco podrás empezar a utilizar tampones durante la regla.
También puedes utilizar dilatadores vaginales que pueden ayudar a estirar los músculos vaginales.
Las técnicas de relajación como la meditación pueden ayudar a disminuir la ansiedad y el estrés.
Sesiones de pareja Consultar a un terapeuta sexual puede ser de gran ayuda para solucionar las cosas con tu pareja.