Sí, esas primeras clases van a ser difíciles, pero en el yoga, al igual que en la vida, la práctica hace la perfección. ¡O deberíamos decir flexible!
Antes de comenzar, permítanme dirigirme al elefante en la sala. ¿Estás demasiado rígido para hacer yoga? No. Eso es como decir que estás demasiado sucio para ducharte.
La flexibilidad es un producto del yoga, no un requisito previo
Durante mis primeras clases de yoga, tampoco pude hacer mucho. Pero eso es lo que me mantuvo adelante. Una flexión hacia adelante básica me hizo aprender que lo que importa no es la flexibilidad sino la alineación del cuerpo. Sentí mis isquiotibiales por primera vez. Mi propósito superficial de simplemente perder centímetros alrededor de la cintura luego se desplazó hacia fortalecer mi tobillo para poder hacer prapadasana cómodamente. Debo decir que me salvó de lesiones innecesarias que provocamos simplemente caminando por la calle.
Empieza por ir a tu estudio de yoga más cercano
Es hora de que empecemos a ser lógicos con nuestro cuerpo y nos apuntemos a la clase de yoga para principiantes más cercana. “Más cercano” es importante si quieres ser un estudiante regular. Ser parte de un grupo inculca un sentido de disciplina y motivación. También te ayuda a buscar formas de mejorar.
Prepárate para tu primera clase de yoga
Si bien tu profesor de yoga puede ayudarte a ser preciso en lo que respecta a las posturas, aquí hay algunas cosas que debes tener en cuenta antes de comenzar:
*Es imprescindible llevar ropa de yoga cómoda
Invierte en un buen par de sujetador deportivo y pantalones de yoga. Juega con estampados y colores tanto como quieras.
*No puedes prescindir de una estera de yoga
Consulta con tu estudio si proporcionan esterillas de yoga. Si no, invierte en uno con buen agarre. Tener tu propia esterilla de yoga no solo es higiénico, sino que también resulta útil si quieres llevar tu práctica de yoga fuera del estudio.
*No puedes luchar contra el sudor…
Lleva contigo a clase una toalla suave y una botella de agua para estar hidratado durante todo el proceso.
Estudia estas posturas básicas de yoga antes de comenzar
Las siguientes posturas de yoga o asanas son las posturas básicas. que puedes estudiar antes de ir a tu primera clase de yoga. Ten en cuenta que siempre que realices una asana, debes respirar con normalidad. La cuestión es estar cómodo:
Contenido
1. Postura del conejo o shashankasana
- Arrodíllate en el suelo y separa las rodillas.
- Con cada exhalación camine con las palmas hacia adelante, extendiendo la columna y los brazos.
- Coloque su pecho y barbilla sobre la colchoneta asegurándose de que sus caderas aún toquen sus talones.
2. Postura del niño o balasana
- Arrodíllate en el suelo con los brazos a los lados del cuerpo.
- Extendiendo la columna, coloque el pecho sobre los cuádriceps (músculos frontales del muslo)
- Finalmente coloca tu frente sobre la colchoneta.
3. Perro boca abajo o adho-mukha svanasana
- Arrodíllate en el suelo con las manos a los lados de la cara.
- Con una exhalación, estire las piernas de modo que las plantas de los pies toquen completamente la colchoneta.
- Al mismo tiempo, baje la cabeza para que quede colocada en medio de sus brazos.
4. Perro boca arriba o urdhva-mukha svanasana
- Siéntate en balasana y extiende los brazos hacia adelante
- Con una inhalación, levántese lentamente (con las manos en la cabeza) y empuje la pelvis hacia la colchoneta.
- Asegúrate de que los músculos de tus glúteos estén contraídos y que tus brazos estén rectos mientras alejas los hombros de las orejas.
5. Postura de estocada creciente o anjaneyasana
- Comience con una estocada con la pierna derecha hacia adelante y la pierna izquierda hacia atrás. Asegúrese de que los dedos de su pie izquierdo estén hacia adentro.
- Levante la rodilla izquierda (opcional)
- Equilibre y levante la parte superior del cuerpo con las palmas juntas frente al pecho, asegurándose de que los huesos de la pelvis estén en línea recta.
- Inhala y extiende los brazos hacia arriba a los lados de las orejas manteniendo las palmas juntas.
- Repita esto en el otro lado del cuerpo.
Recuerde, simplemente presentarse es la mitad de la batalla.
Se acabó la parte difícil de vestirse, lidiar con el tráfico y la preocupación por el dolor que podría experimentar. Ahora todo lo que te queda por hacer es pararte sobre la estera de yoga y entregarte al maestro. Bastante simple, ¿eh?
Concéntrate en dejar de juzgarte a ti mismo y entra con la mente abierta. “El yoga es el viaje del yo, a través del yo, hacia el yo…”