¿Alguna vez te has preguntado por qué la gente chismea? Bueno, la ciencia tiene la respuesta.

Lo amas, lo odias, pero aun así lo haces. ¿Por qué sin embargo?

El Diccionario Oxford define el chisme como “una charla informal que involucra historias sobre la vida privada de otras personas, que pueden ser desagradables o falsas”. Lo llamamos parte integrante de la vida. Oficinas, escuelas, universidades, reuniones familiares: no hay lugar sin chismosos.

Puede que nos guste este intercambio de información o que lo detestemos, pero todos somos culpables de permitirlo de una forma u otra. No, no te molestes en negar tu interés o participación en ello porque todos hemos estado allí y lo hemos hecho.

Pero, ¿alguna vez has pensado por qué terminamos chismeando sobre los demás, sabiendo muy bien que si los demás chismean sobre nosotros, no será tan placentero? Bueno, la ciencia tiene la respuesta y tal vez saberla pueda ayudarte a perdonar a aquellos que simplemente no pueden guardar secretos o sus opiniones no solicitadas sobre los demás para sí mismos:

Es lo que une a las personas: No necesitas ninguna prueba científica para esto porque el brillo y el amor mutuo en los ojos de dos personas que chismorrean sobre un enemigo o alguien común lo que les desagrada a ambos es suficiente para mostrar cómo hacerlo puede hacer que se lleven como una casa en llamas. Sin embargo, para su satisfacción, aquí presentamos algunas pruebas para restablecer lo conocido y lo muy obvio: varios antropólogos creen que a lo largo de la historia de la humanidad, el chisme se ha utilizado como una herramienta para vincularse con otros y arrinconar a los que no. t apoyar las ideas o principios comunes de un grupo en particular.

Según una reseña de la revista Frontiers Research, esta es otra razón por la que la gente prefiere cotillear.

Puede hacer que las personas se sientan mejor consigo mismas: podrían ser los celos los que hablan o simplemente el odio, pero cuando el tema que no te agrada no está presente, obviamente te da una pase libre para decir lo que quieras sobre ellos. Además, ¿qué podría ser mejor que obtener apoyo difundiendo tu opinión negativa sobre ellos?

Es un asesino del aburrimiento: Un estudio de 2004 reveló que el chisme tiene un valor recreativo para muchas personas y lo utilizan como medio de entretenimiento.

Podría ser un encubrimiento para la ansiedad: A veces, tus propias inseguridades y complejos de inferioridad pueden hacerte sentir ansioso y llevarte a pintar a los demás de forma negativa para sentirte mejor. acerca de ti mismo. Además, los chismes también pueden hacerte sentir como si fueras tú quien está en el frente controlador, ya que, según un estudio de 2012, los chismes sirven como un dispositivo policial informal para controlar a los aprovechados y a los tramposos sociales. 

Todo dicho y hecho, el chisme parece ser una parte inevitable de nuestra existencia. Sin embargo, la próxima vez que te des el gusto, recuerda que difundir rumores viciosos o hablar mal de alguien en nombre de “chismes saludables” también puede convertirte en el receptor de los mismos. Así que piensa antes lo haces de nuevo.