La depresión posparto ha sido un tema tabú durante demasiado tiempo, pero Reese Witherspoon decidió separarse y compartirlo auténticamente con el mundo.
Pasar por el embarazo y dar a luz es una experiencia tan desafiante como maravillosamente gratificante. Junto con los desafíos de dar a luz, a veces se encuentra la experiencia agotadora de la depresión posparto. Recientemente, la actriz de Hollywood Reese Witherspoon decidió romper con los grilletes del tabú y compartió honestamente su experiencia con la depresión posparto.
La mujer de 44 años compartió que tuvo experiencias muy diferentes con cada hijo que tuvo. Tiene tres hijos: Ava, de 20 años, y Deacon, de 16, con su exmarido Ryan Phillipe y Tennessee, de siete años, con su marido Jim Toth.
Su lucha personal con la salud mentalEn una entrevista en podcast, compartió sobre su batalla continua con la salud mental que experimentó durante años. También admitió que empezó a ir a sesiones de terapia desde los 16 años.
Witherspoon dijo: “Definitivamente tenía ansiedad. Mi ansiedad se manifiesta como depresión, por lo que me deprimiría mucho. Mi cerebro es como un hámster en una rueda y no se desprende, lo he estado manejando toda mi vida”.
¿Cómo fue su lucha personal con la depresión posparto?“Tenía 23 años cuando tuve mi primer bebé y nadie me explicó que cuando destetas a un bebé, tus hormonas ir al baño. Me sentí más deprimido que nunca en toda mi vida. Fue aterrador”.
Hablando de “experiencias diferentes” después de cada hijo, dijo: “En un niño tuve un posparto leve y en otro tuve un posparto severo en el que tuve que tomar medicamentos bastante fuertes porque simplemente no pensaba con claridad en absoluto, y luego tuve un hijo en el que no tuve ningún posparto”.
La estrella de “Legally Blonde” explicó que estaba “completamente fuera de control” después del nacimiento de Ava.
Ella dijo: “No entendemos el tipo de montaña rusa hormonal que sufres cuando dejas de amamantar. Nadie me explicó eso”.
La depresión posparto a menudo ha sido un tema que se esconde debajo de la alfombra o del que rara vez se habla, convirtiéndolo en un tabú. Entonces, cuando las mujeres pasan por esto, parece una experiencia confusa, agotadora y sin nombre. Hace que la sensación sea aún más aislada. Por lo tanto, conversaciones como estas son de suma importancia para ayudar a construir una comunidad en torno a quienes la padecen y crear conciencia sobre ello.