5 pros y contras de hacer propósitos de Año Nuevo en 2020 que garantizarán el éxito

Los propósitos de Año Nuevo se cumplen todos los años, incluso si no los logramos el año anterior. Sin embargo, si desea que 2020 sea una historia de éxito, preste atención a lo que se debe y lo que no se debe hacer al establecer metas y tomar resoluciones.

¿Cómo podemos comenzar un nuevo año sin dirigirnos al elefante en la habitación? Sí, me refiero a los propósitos de Año Nuevo. Cada año, decidimos hacer esto y aquello. Y cada año fracasamos… miserablemente.

Tal vez sea la falta de intención por nuestra parte, tal vez nuestros objetivos sean demasiado inverosímiles para alcanzarlos o simplemente no estamos estableciendo la resolución correcta. Cualquiera que sea el caso, la verdad es que no lograr una meta a menudo conlleva angustia y angustia. Es por eso que muchos expertos en salud mental sugieren que deberíamos renunciar a los propósitos de Año Nuevo.

Pero bueno, cuando un nuevo año significa un nuevo comienzo, tomar resoluciones toh banta hai. Y si este año, como los anteriores, estás a punto de embarcarte en el viaje de hacer una lista larga, déjanos ayudarte con esta breve guía que te garantizará el éxito.

Así que comencemos

La pérdida de peso es quizás la resolución de Año Nuevo más común en todo el mundo. Pero también es el que menos se ha logrado. De hecho, muchas encuestas indican que decidirse a perder peso tiene un 54% de posibilidades de fracasar. ¿Porque preguntas? Pues porque en un intento por perder kilos muchas veces no damos cabida a los contratiempos y prestamos demasiada atención a la aguja de la báscula.

En su lugar: decídase a vivir una vida más saludable y en forma
Cuando deja de prestar atención a las pulgadas y a las máquinas de pesar y se concentra en la resistencia, automáticamente aumenta sus posibilidades de ponerse en forma. Verá, la lógica es simple: incluso con dietas y ejercicios constantes, es probable que se produzcan estancamientos en la pérdida de peso. ¡Y vaya que son desalentadores!

Pero si sigues entrenando, digamos, para tener más resistencia, los resultados nunca se detendrán y te motivarán a seguir adelante. Así que en lugar de alegrarte por cada kilo perdido, celebra cómo no jadeaste después de subir los cuatro tramos de escaleras o cómo pudiste correr sin parar durante 20 minutos sin tomar un descanso.